Las academias de preparación universitaria

Cada año, en tiempos normales, la queja sobre aulas que superan el número de aforo, la falta de servicios higiénicos, el costo elevado en la inscripción y el incumplimiento a lo que se ofrece (publicidad) en las diferentes academias de preparación universitaria, son característicos en los diversos medios durante el mes de enero. Digo característico porque, a través de las redes sociales, existen muchas quejas, indignación. Pero muy pocas se canalizan, solo algunas se formalizan en denuncias. Porque, tristemente, ninguna autoridad ha tomado la sartén por el mango.

El 2021, al igual que el 2020, será el año de la COVID-19, por más que el presidente morado, el conglomerado y sus huestes nos llenen los ojos con las palabras: Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”.

Sin embargo, nos quejamos que en el terruño y, sobre todo, en Ayacucho no existe principio de autoridad. Y cuando las hay, muchos saltamos (digo saltamos porque también molesta, sin duda). Porque el tema de las labores académicas presenciales, en todos los niveles, nos guste o no, están prohibidas por normativa nacional. 

Es cierto, en un inicio la Dirección Regional de Salud (DIRESA) y la Dirección Regional de Educación (DREA) pretendieron darle una “solución” a las diversas academias de preparación universitaria y centros de talleres, al pedirles que remitan su plan de protocolo ante la COVID-19, entre otros detalles. Sin embargo, ahora tienen otro discurso, precisan desde la DIRESA lo siguiente: “el ente regional no autoriza ningún plan de protocolo, sino el Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Ambiente para la Salud (Censopa) del Instituto Nacional de Salud (INS), la DIRESA se encarga de fiscalizar y supervisar el cumplimiento de los protocolos en caso sean aprobados por el ente encargado”.

Por su parte, Leoncio Reyes, director de Gestión Pedagógica de la DREA, dijo a través de RPP Noticias que, por el momento, no existe normativa nacional que estipule los permisos para las labores académicas presenciales o semi presenciales: “no hay jurisprudencia contraria que lo señale”.

Sin embargo, como es de costumbre cada año, la pregunta es, ¿qué academias de preparación universitaria tienen la autorización de la DREA? Según Reyes, en la provincia de Huamanga solo seis academias están autorizadas en su funcionamiento: Centro, Falcon, Auno, Alba, Discovery y Wilmani.

Pero, ninguna presentó su plan de trabajo anual ante la DREA. Y según normativa deben ser sancionadas. Y un detalle, las labores académicas deben darse, según el contexto de la pandemia del nuevo coronavirus, de manera virtual, no presencial.

Pero no olvidemos a los docentes. Es cierto, durante el 2020 estuvieron cerca de 10 meses sin laborar. Muchos de ellos no recibieron ningún bono, ni apoyo por parte del gobierno nacional, y necesitan trabajar, sin duda. Al respecto, Cristiam Araujo, delegado del gremio de docentes de academias preuniversitarias, precisa que son más de 100 docentes y 5mil estudiantes, aproximadamente, perjudicados por las restricciones alcanzadas por el gobierno nacional.

Pero, ¿dónde están los promotores de los centros de preparación universitaria? Considero que no debieron quedarse, simplemente, en presentar el expediente de protocolos de bioseguridad, entre otros detalles; sino, adelantarse a esta nueva convivencia. Que, por cierto, fue acuñado por el presidente vacado, Martin Vizcarra. Adecuarse a los tiempos, adecuarse a la vida digital. No hay duda que todos extrañamos el acto presencial, pero las circunstancias las exigen.

Las acciones que se deben tomar en cuenta son diversas: conectividad (pésimo en la región Ayacucho), social (familias de los estudiantes y docentes) y económico (ingresos que puedan sostener la contratación de un servicio de internet adecuado de manera mensual y equipamiento) El aspecto socio económico en nuestra región es heterogéneo.

La pelota no está de un solo lado, sino en un trabajo compartido. Promotores, docentes, estudiantes, Municipalidad de Huamanga, DREA y DIRESA.

Entiendo a los adolescentes y jóvenes, porque a mí también me aburre y me genera estrés las clases virtuales. Extraño, como todos ustedes, las presenciales, pero aún no es el momento. Porque todos la estamos pasando muy mal. Porque aquí, todo, todo no está muy bien.

Yapa.

El congresista Javier Mendoza Marquina, a través de su cuenta de Facebook, dijo: “A todos los jóvenes estudiantes preuniversitarios de Ayacucho, desde aquí quiero expresar mi respaldo a su justo pedido para que se establezca las clases semipresenciales a fin de que no se vean perjudicados en sus estudios. De inmediato traslado el pedido al ministro de educación y al presidente Francisco Sagasti para que emitan una nueva norma”.

¡Cómo cambiaste pelona! Hace un año, en campaña, profesaba “no la educación lucrativa, no a la educación privada”.

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