“Se hizo mi amigo(a) del alma, nos íbamos a chupar y a arreglar el mundo, hasta que…”
Para no caer en la hipocresía, seré lo más sincera posible (lo juro) la verdad es que no me pareció tan fácil elegir un “tema de interés social”; lo digo porque lo hice casi obligadamente, bueno está bien…, era para nota, pero no me juzguen, además yo se que ustedes también. En realidad, lo mío va por otro lado, mis intereses son otros.
Ehhh como lo digo… ¿controversiales?… ¿de jóvenes?, ya sé!, de los chibolitos osea de nosotros.
Como les mencioné, mi queridísimo profesor nos pidió como trabajo y, obviamente, esto se difundiría a través de nuestra página web: “espiralnoticias.jimdo.com” (aprovecho para hacer mi cherry). Pero por implicar a nuestra ciudad de Huamanga, lo consideré.
Tal vez, para algunos, vendría a ser un asunto “trastocado” y comentado hasta la saciedad. Sin embargo, creo que mientras esto influya en las relaciones con nuestras parejas o amigos, vale la pena, recalco que esto va dirigido a las féminas y a los machazos.
Sí, definitivamente es necesario llevarlo al análisis, a ese rincón de nuestra conciencia que quizás nosotros, los “chibolitos”, la usamos como almacén, pero de otros asuntos…Ustedes ya deben imaginarse a que me refiero, pero es que nadie nos puede juzgar, además es nuestro cerebro y pensamos lo que queremos, aunque a veces “lo que nos conviene” jaja.
A continuación, hare la respectiva meditación, fundamentalmente con el fin de elaborar propuestas de solución.
Efectivamente, como lo confirman las estadísticas y los sondeos realizados por IPSOS APOYO con la dirección del grupo Manuela Ramos, un movimiento comprometido con la justicia social, los valores democráticos y los derechos humanos, que busca garantizar una vida digna a mujeres y varones, formando una sociedad democrática y pluralista…en fin todo eso…
El estudio se realizó en Lima, Piura, Pucallpa y específicamente Ayacucho; lugares en los que según resultados, la violencia contra la mujer se ha convertido en un fantasma caprichoso con una actitud casi obsesiva, que no se desprende del pensamiento de la población joven, principalmente desde los que supuestamente somos “maduros ciudadanos conscientes”, mayores de 18.
En Pucallpa el 63% de los ciudadanos opinan que la protección de los hijos es el factor que impide denunciar la agresión; mientras que, en Huamanga, el 62% de nuestros conciudadanos dicen que son los pensamientos de minusvalía o de tener la esperanza que “cambiará” y que vale la pena soportar “heroicamente”, los insultos y los golpes.
En mi opinión creo que más que echar la culpa al otro, lo adecuado sería no restringir nuestros propios derechos, porque son ellos(as) quienes se alimentan de nuestro temor y de nuestra falta de valor y determinación.
Hasta ahora no se si tratar de entender o admirar a mi abuela, lo digo porque en ella veo una suerte de “espíritu de sacrificio” al castigo o dolor debido a los golpes que le daba cariñosamente mi abuelo. Dijo una vez: “aguantar todo para que mis hijos tengan una familiar de verdad”, bueno es mayor y será difícil cambiarle de pensamiento, por eso le decíamos “la mujer de fierro” siempre estaba ahí, aunque torcida y “nunca de pie”, pero lo estaba. Creo que estas ideas no son más que una burda excusa que se empotra en un sentimentalismo ilógico de género y como dicen algunos; “el varón tal vez inicie un clima de machismo en la relación, pero es la mujer quien lo alimenta” y eso es peor.
Después de todo el rollazo que escribí, solo diré que el futuro que nos espera será única y exclusivamente responsabilidad de nosotros, nada más, es crudo, pero es la verdad. Pienso que quedarnos en “intenciones” no basta, así como lo hacen varios periódicos, donde se colocan “pequeñas notas” para “rellenar” el diario.
Escribe: Silvia Grados Moreyra (Piba)
Comentarios