Dicen que aquí todo está bien... Debe ser porque nada cambió.
Las mismas personas aburridas, desganadas, “poderosas” y “dueños” de sus asientos pomposos en las diferentes entidades del estado, muestran cada día el rostro de argucia de querer “asesinar” a los usuarios.
Nada cambió.
Los conductores y cobradores de los colectivos de la ciudad de los templos siguen con la actitud de “propietarios” de las hermosas pistas del terruño, y olvidan que prestan un servicio.
Nada cambió.
Los efectivos de la Policía, en nuestra casa religiosa, afianzaron su modalidad de asalto a los ciudadanos.
Nada cambió.
Mientras tanto, nosotros, “los hijos del pueblo”, seguimos siendo los más insensibles e indiferentes. Lo patético… cada domingo salen de los templos los cucufatos más ''nobles'' de nuestra ciudad, que luego de golpearse tres veces el pecho, regresan a las calles a continuar en el día a día, a dar “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
Citando a No Recomendable: ''porque a aquí todo sin ti, todo, todo está muy bien''.
¡Somos patriotas!
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