¿No me representan ni Keiko ni Castillo?
Una sensación que arrebata la tranquilidad mental fluctúa, en los últimos días, la atmósfera de los peruanos.
“Perdió el Perú”, “Fujimori nunca más”, “terrorismo”, “MOVADEF”, son algunas mezclas de palabras que circulan luego del 11 de abril, pero lo único claro, una vez más, es que, si el panorama electoral no se ajusta a tus sentimientos, tu preferencia e intereses, simplemente todo está mal. Pateas el tablero. Donde los culpables son los otros (electores). Eso refleja que no somos empáticos, que solo somos “democráticos” cuando las cosas están a nuestro favor, no hay respeto por la decisión del otro. Apasionamiento innecesario que sembramos los peruanos a un candidato o partido político como si fuera nuestro amor eterno, de toda la vida. Insaciable.
Nos agrade o no, Pedro Castillo y Keiko Fujimori pasaron a la segunda vuelta, porque fue la decisión de los electores. De norte a sur, de este a oeste. Nadie impuso a los candidatos. 17millones 651mil 978 ciudadanos asistieron a las urnas y 7millones 541mil 993, por diversas razones, no participaron. Considero que llegó el momento en que el voto debe ser voluntario, quitarnos esa obligatoriedad tan simplista de enviarnos a todos al paredón.
En las últimas cuatro elecciones del siglo 21, en primera vuelta, tuvimos dos candidatos que quedaron en primer lugar y no consiguieron llegar a Palacio. Dos candidatos quedaron en segundo lugar y consiguieron la banda presidencial.
Todos investigados por casos de corrupción vinculados a Odebrecht.
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