¿Madre por obligación o por decisión?
El debate en torno al aborto terapéutico en menores de edad en el Perú ha sido un tema de gran controversia y discusión en los últimos años, y ha vuelto a estar en la opinión pública, cuando “Mila” seudónimo de una niña de 11 años, embarazada a causa de una violación sexual en Loreto, fue impedida de someterse a este proceso, por decisión de una junta de médicos en su establecimiento de salud. Sin embargo, tras conocerse su historia y ser revaluada, por un grupo de médicos, en Lima, se autorizó el procedimiento, por el riesgo de salud física y mental al que estaría expuesta la menor.
El proceso del aborto terapéutico, involucra la interrupción del embarazo por razones médicas para preservar la salud física o mental de la madre, plantea cuestiones éticas, legales y religiosas que merecen una profunda reflexión.
Editorial Ensartes
A pesar de que el aborto terapéutico es legal en Perú desde 1924, no es sencillo acceder a este. Entre 2003 y 2022, antes del caso de Mila, los hospitales del Minsa solo autorizaron el procedimiento para dos niñas de 11 años o menos, siendo así que solo entre 2012 y 2022, un promedio de 68 niñas entre los 10 años o menos, no obtuvieron la aceptación del aborto terapéutico, lo que señala que el resto de niñas fueron forzadas y obligadas a ser madres.
Si bien, el aborto terapéutico permite proteger la vida y la salud de las menores de edad que enfrentan complicaciones médicas graves durante el embarazo. Esto incluye situaciones donde el embarazo pueda poner en riesgo la vida de la joven madre. En algunos casos, el embarazo no deseado puede tener un impacto negativo en la salud mental de las menores de edad, afectando su bienestar emocional y psicológico.
Garantizar el acceso al aborto terapéutico para menores de edad puede ser considerado un cumplimiento de los derechos humanos, ya que se busca proteger la vida y la salud de la madre en situaciones críticas. Sin embargo, en un país mayoritariamente católico como el Perú, el aborto es considerado un tema controvertido debido a las creencias religiosas que lo condenan. Muchos argumentan que el aborto terapéutico va en contra de los valores culturales y religiosos arraigados en la sociedad y Ayacucho no es la excepción.
La Iglesia Católica en el Perú ha mantenido una postura firme en contra del aborto en general, incluido el aborto terapéutico. Siendo el argumento concurrente que la vida comienza en la concepción y, por lo tanto, cualquier forma de aborto es moralmente incorrecta, lo que agudiza el debate sobre el aborto en general.
En Latinoamérica ya son 5 países los que recogen el derecho al aborto, México, Argentina, Colombia, Cuba y Uruguay, a quienes se suman otros países, que relativamente la aceptan, pero bajo condiciones específicas. En ese núcleo de controversias y posiciones divididas está el Perú, siendo consiente que, en sus regiones menos favorecidas, la taza de embarazo precoz y en adolescentes va en aumento y la atención clandestina de este proceso se ha hecho un negocio genocida, pero haciendo nada al respecto.
El debate sobre el aborto terapéutico en menores de edad en el Perú refleja una lucha entre la protección de la salud y los derechos de las jóvenes madres y las creencias religiosas arraigadas en la sociedad. La discusión requiere un enfoque comprensivo que considere los aspectos médicos, éticos, legales y religiosos, con el objetivo de encontrar un equilibrio entre la protección de la vida y la salud de las menores y el respeto a las creencias y valores de la sociedad, pero mientras este sueño se haga realidad, seguiremos cultivando el escándalo, la controversia, el morbo e incrementando el índice de menores de edad bajo la condición de madres por obligación y no por decisión.
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