Y tú, ¿en qué pandilla estás?


Bienvenidos al verdadero Perú. Lindo país "democrático" y de "libre pensamiento e ideología". Donde el Estado, juntamente con sus 92 universidades licenciadas y los “ciudadanos” de buen corazón definen qué es bueno leer y qué es realmente desastroso leer.

Tienen tanta injerencia que ni Joaquín Salvador Lavado Tejón (Quino), y su obra cómica Mafalda se salvan de ser apabulladas, porque es considera contestaría, que va contra las buenas costumbres, contra el sistema. Pero, está bien, se supone que vivimos en una “democracia” y hay para todos los gustos. En teoría.

Mi abuelito, en los años 80, tuvo que desaparecer los libros llamados "rojo" del stand de su librería porque, si no lo hacía, los “respetados” militares lo arrestaban. Pero, curiosamente, te daban la venia para leer libros con ideología que los grupos de poder comulgaban, con la que se sentían a gusto, con la que se sentían seguros de ostentar el poder momentáneo. Es la historia de Ayacucho, es la historia de nuestro Perú.

“De puño y letra”, “Ni puta, ni santa”, “En el banquillo ¿terrorista o rebelde?", “Los Inocentes”, “Maldita Ternura” y “Metamemorias”, por nombrar algunos, son libros y autores enviados a la hoguera por los gobiernos de turno, los medios de comunicación y los ciudadanos de buena “reputación” y “corazón”. Sí, aquellos que dicen estar trabajando por la educación, el entretenimiento, mantener informado a la población y “terrorismo nunca más”. ¿Cómo pretendemos no repetir la historia de terror de los años 80, si el propio Estado, sus universidades y su gente no cuentan la historia a las nuevas generaciones? Claro, los “señores del Perú” cumplen los pilares a su antojo. Porque como dice Beto Ortiz, si no comulgas con el conglomerado, simplemente no estás en la onda y "estamos en una situación de temor, porque si yo digo esto me van a mirar mal, ya no me van querer, ya no me van a invitar, ya no me van a hacer caso".

Vivimos una década donde leer a filósofos, destacados literatos y eruditos es signo de tener buena lectura, clase, no hay nada más patético. Dejen que los peruanos lean lo que se les plazca. Lo que quieran. Dejen que los peruanos decidan. Si uno quiere leer a Condorito, a Guzmán, a Mónica Cabrejos, a Polay, a Jorge Luis Borges, a García o, por último, a Barboza que los lean. Lo prohibido, siempre, tiene un ingrediente atractivo.

En lo político, pasa lo mismo. Ser antiaprista o antifujimorista es más rentable que encarar a un gobierno que se aprovecha del populismo. Decir, "amén, San Vizcarrita" es más cool que cuestionar un gobierno traidor y oportunista. 

Y tú, ¿en qué pandilla estás?


Conclusión: lee lo que se te plazca, lo que quieras.

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